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Tu ambiente para laborar

Tu ambiente para laborar

 

En artículos pasados hemos hablado sobre la importancia de la honestidad personal y el autoconocimiento para la priorización y organización de tareas, en esta ocasión queremos hablarte de la importancia de estos elementos en tu ambiente laboral.

Existen tantos ambientes laborales como organizaciones, cada empresa forma un ecosistema propio con los recursos humanos y materiales con los que cuenta y estos se entrelazan ya sea de forma presencial o virtual. En el trabajo creamos relaciones de diferentes tipos: profesionales, casuales, de amistad e incluso en ocasiones de enemistad, esto es natural cuando convivimos durante tiempos prolongados con las mismas personas, y si bien, en las empresas se habla mucho del trabajo en equipo y formas para colaborar, muy difícilmente nos dicen que esto dependerá mucho de las características de cada individuo.

Con el posicionamiento de la inteligencia emocional, se empezó a hablar también de la importancia de la gestión de emociones para la colaboración, derrumbando de cierta forma la idea de en que nuestro ambiente profesional no debíamos mostrar ningún tipo de emoción, esto nos permitió hablar de la forma en la que nos expresamos de acuerdo con los que sentimos y de la importancia de la empatía para poder colaborar.

Pero, quisiéramos preguntarte ¿qué tanto te conoces a ti mismo y cómo impacta esto en tu ambiente laboral? Esta es una pregunta que deberíamos realizarnos desde el inicio de nuestra carrera; tus características personales, motivaciones, forma de pensamiento e incluso costumbres se harán manifiestas con las personas con las que convives, y también se hará manifiesto en la forma en la que te integras a la organización, por ejemplo ¿qué sucede si el liderazgo de la empresa no coincide con tus valores personales? ¿o si en tu organización se vive un entorno que puede resultar agresivo o entre compañeros que expresan su descontento buscando discusiones?

Tu entorno laboral tiene un impacto importante en tu estabilidad emocional, en tu motivación y en la forma en la que realizas tus tareas.  A continuación, te compartimos algunas preguntas para que evalúes tu autoconocimiento, límites y cómo te adaptas al entorno:

 

  1. ¿Qué emoción te produce llegar a tu lugar de trabajo o conectarte a trabajar? Toma en cuenta que no todos los días son buenos, habrá ocasiones en las que sientas un gran entusiasmo y otras en las que te sientas desanimado o bajo de energía, pero trata de identificar cuál es la emoción predominante en el momento en que te integras a tu entorno de trabajo.
  2. ¿Cómo te relaciones con tus compañeros a partir de cómo te sientes en el trabajo? Obsérvate por unos días y revisa si hay ocasiones en las que les hablas con diferentes formas o tonos, si no lo haces, observa también a quienes sí lo hacen.
  3. ¿Sabes poner límites? Una vez que observaste a personas que cambian el trato contigo de acuerdo con su humor, es importante que también puedes, de manera directa y asertiva, hacerles notar que la forma en la que te están hablando no es profesional y te hace sentir incómodo.
  4. ¿Es cómodo hablar de cómo te sientes? Este es un punto importante, sentirse libre de expresar si algo te molesta o incomoda o bien te produce alegría es importante en los equipos de trabajo, es común que compartamos las emociones positivas, y las negativas solo se expresen como enojo, generalmente cuando la situación ha escalado tanto que se inicia un conflicto.
  5. ¿Te quejas mucho de tu trabajo? Las quejas son normales, lo hacemos para externar frustración; para convivir con otros, sin embargo, es importante que no todo lo que digas de tu trabajo sea una queja, si esto sucede es una señal de alarma de que probablemente lo que estás haciendo no te brinda satisfacción o que el entorno en el que te estás desarrollando no es el adecuado para ti.

 

Queremos puntualizar que muy difícilmente existe un entorno de trabajo ideal, las presiones organizacionales y las cuestiones económicas están siempre presentes y pueden generar todo tipo de cambios que nos obligan a adaptarnos con velocidad, también sabemos que puede no ser tan sencillo que una vez que te das cuenta que no estás bien en tu entorno puedas simplemente retirarte, pero, cuando identificas cómo te sientes respecto a tu trabajo y cómo esto afecta tu estabilidad será más sencillo que tomes acciones que puedan procurarte tranquilidad, por ejemplo:

 

  • Si notas que tu emoción es desmotivación o enojo, trata de identificar de qué se trata y si puedes solucionarlo, si no está en tus manos emprende acciones para que tu entorno sea más placentero, puede ser desde una foto que te recuerde que tu trabajo es un medio para alcanzar un fin hasta hablar directamente con las personas que pueden estarte generando conflicto.
  • Si te das cuenta de que tus quejas son muy constantes, trata de enfocarte en las cosas que te dan satisfacción profesional y personal, y cuando estés fuera de tu trabajo habla brevemente de él y enfócate en generar conversaciones o crear espacios que tengan que ver con cosas que te interesen y te hagan sentir bien.

 

El trabajo es una parte importante de nuestras vidas y en ocasiones podemos incluso sentir que todo lo que hacemos gira a su alrededor, por ello es importante que conozcas la relación que mantienes con éste, con las personas con las que convives y contigo mismo, de cara a que tu crecimiento personal y profesional no comprometa tu estabilidad emocional.

 

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